El Partido Popular está preocupado por el devenir de las obras del Centro Cultural Internacional Oscar Niemeyer, y por eso ha pedido la comparecencia de la consejera de Cultura y presidenta del patronato del equipamiento, Mercedes Álvarez, para que explique los motivos reales de los retrasos que ya acumula la ejecución de los trabajos a cargo de la constructora pública Sedes.
Varios son los aspectos que, según denunció ayer el portavoz parlamentario y presidente local del PP, Joaquín Aréstegui, hacen pensar en que algo no se ha hecho bien en todo el proceso. «La obra tenía que haberse entregado en septiembre del año pasado. Sin embargo, a esa fecha sólo se había ejecutado un tercio de la misma y se reprogramó el proyecto de modo que se ponía como fecha definitiva el próximo mes de septiembre. Ahora, la consejera y el presidente Areces ya hablan del próximo año», recordó Aréstegui acerca de la cambiante previsión de plazos para la apertura del equipamiento.
Esos aplazamientos son especialmente llamativos, indicó Aréstegui, si se tiene en cuenta que la constructora pública Sedes fue la adjudicataria de los trabajos precisamente por el hecho de que prometía unos plazos de ejecución especialmente cortos, de apenas 16 meses. Además, el jefe del área de Arquitectura de la sociedad licitadora, la Agencia para el Desarrollo de Proyectos Culturales del Principado, recomendaba la candidatura de Sedes porque era «buena conocedora del subsuelo y la cimentación» necesaria para el equipamiento cultural.
«El caso es que ahora se va a duplicar el plazo de ejecución y que las únicas justificaciones que se dan son precisamente supuestos problemas con la realización de un aparcamiento subterráneo que ya se preveía», indicó Aréstegui, quien recordó que fuera del concurso quedaron «algunas de las más solventes empresas constructoras de España» cuya oferta económica había sido sensiblemente inferior a la de Sedes.
«Hay aspectos extraños en todo esto», añadió Aréstegui, quien aprovechó para lanzar dudas sobre un proceso en el que observa una serie de coincidencias que le resultan «sospechosas». «No podemos olvidar que la obra se adjudica a Sedes cuando está al mando de la empresa Santiago Caicoya, quien en 2002 estaba al frente de la Agencia para el Desarrollo de Proyectos Culturales», recordó Aréstegui. «Fue él quien puso como jefe de servicio técnico de Arquitectura a la misma persona que luego firmaría el informe recomendando la contratación de Sedes para la obra del Niemeyer. Después de eso, Caicoya acaba en la sociedad de la Isla de la Innovación, en la que se integra el Niemeyer, y el arquitecto que recomendó la adjudicación de la obra pasa a Sedes», relató.
Esas coincidencias, así como las causas del retraso de la obra, son los aspectos que el PP quiere que explique la consejera, más allá de la supuesta explicación del aplazamiento con fines partidistas, para acercar la inauguración a las próximas elecciones, tal y como señaló Izquierda Unida. «Lo que la pasa a IU es que sufre un ataque de cuernos, porque ve que el PSOE capitaliza todo el rendimiento propagandístico del Niemeyer que ellos también pretenden».